¿No te a ocurrido alguna vez que lamentas no haber echo caso a ese susurro que te decía lo que debías hacer?
¿No has oído cuando decía que el camino era equivocado y luego más tarde, lamentas no haber tomado el otro camino?
A todos nos ocurre, aquel plan tan detalladamente claro que teníamos no coincidió con el plan de la vida… y lo peor, de alguna forma lo sabíamos porque nuestro susurro interior nos lo estaba gritando.
Con el transcurso del tiempo he aprendido a escuchar a mi instinto. He superado muchas situaciones gracias a hacerle caso a mi instinto o susurro interior, aquel susurro en el que ahora confío.
SINTONIZA TU INTUICIÓN
Presta atención al susurro. Cuando oigas esa voz, espera un momento y pídele que te hable nuevamente. Normalmente la intuición viene acompañada de pequeñas impresiones que puedes descubrir en tu cuerpo. Por ejemplo: sientes una sensación en el estómago, en las manos, en los músculos de los brazos o piernas.
Abre la puerta a la voz interior, no la empujes ni la dejes de lado, dale espacio para trabajar y fluir con ella.
Cuando hacemos coincidir el susurro interior con lo que hacemos, lo llamamos casualidad. Ahora sabemos que las casualidades no existen lo llamamos causalidad o coincidencia.
Albert Einstein decía: La coincidencia es la manera de DIOS de permanecer en el anonimato.
Ahora mismo mi susurro interior no deja de pedirme que haga la llamada que quiero recibir.
¿Ustedes que opinan?